ACCIDENTES EN FRAGA

ACCIDENTES EN FRAGA

España: país con una extensa orografía.

Grandes cuestas y prolongadas bajadas en las que el peligro acecha.

Fraga (Huesca), es una población conocida por su famosa discoteca, pero pocos conocen una tragedia que durante muchos años se ha venido repitiendo.

La Nacional II, una de las carreteras más importantes del país, cruza esta población en la que, hasta el año 2002 (año en que se inauguró la variante), la mayor parte de los vehículos que circulaban por aquí eran camiones.

Su fuerte pendiente (tanto en un extremo como en otro de la población) ha hecho estragos durante todos estos años. Por esta cuesta fueron bastantes los camiones que se quedaron sin frenos, provocando impresionantes accidentes de tráfico en toda la población.

Un cartel en la entrada (viniendo de Lleida) ya nos avisa del porcentaje de su bajada: un 7% en 3 kms.

 

Este es el primero de los dos carriles de frenada de emergencia que encontramos antes de entrar en la población.

Carriles especiales compuestos por grava, que hace que el camión se quede clavado ahí. Son carriles que se usan únicamente cuando te percatas que tu vehículo se ha quedado sin frenos.

Pocos metros después…

nos metemos de lleno en el tramo final de la pendiente.

Nos situamos en el 3 de enero de 1990: un tráiler cargado de aerosoles se queda sin frenos, a la vez que se incendia, debido a la rozadura de los frenos.

 

 

Este es el segundo y último carril de frenada que hay antes de entrar en la población.

Quizá con un tamaño insuficiente y en un estado deplorable como para parar un camión.

 

El conductor del tráiler, al ver que no puede hacer nada por controlar la situación, salta del camión en plena marcha.

 

 

EL HOTEL SOROLLA

El hotel Sorolla había sido en sus tiempos un lugar de parada para muchos de los conductores que cubrían largas distancias. Es uno de los muchos antiguos hoteles que tenemos en nuestras carreteras, que en su momento tuvieron que reconvertirse en club´s de alterne para poder subsistir.

Justo al lado, se encuentra lo que había sido otra parte del hotel. En sus últimos años, esta parte del edificio se había rehabilitado para albergar unos aparthoteles.

Y fue aquí donde, sin frenos y sin conductor, el camión acabó volcando y estallando.

Si revisamos la geografía del país, veremos que en nuestras carreteras han habido terribles accidentes de tráfico y con más fallecidos, pero en todos los meses en los que trabajé en este reportaje no logré recordar una imagen tan escabrosa como la de los aparthoteles Sorolla: desde que se produjo el accidente (enero de 1990), el edificio permanece completamente calcinado. Es como si el tiempo hubiese querido hacer recordar a toda la gente que pasa por Fraga que allí ocurrió algo terrible.

Y no es el único símbolo de lo que sucedía en Fraga.

La noticia en los periódicos:

 

 

 

La noticia en los periódicos:

El análisis del accidente:

Con el edificio en llamas, siete personas pudieron refugiarse en la azotea. Fueron rescatadas al cabo de media hora.

Luis Ricardo Castejón Pueyo, de 23 años, su mujer, María del Carmen Enfedaque Samper (embarazada de pocos meses), de 31, y la madre de ésta, María del Carmen Samper, de 70, también se encontraban en el edificio. Habían quedado con unos familiares del pueblo para ir a comprar los regalos de Reyes: sus cadáveres calcinados fueron encontrados en uno de los rellanos, a pocos metros de la azotea.

La solidaridad de un pueblo que llevaba años perdiendo vecinos debido a los accidentes de camión:

 

 

Vista del antiguo hotel Sorolla, junto a los aparthoteles quemados (izquierda). Al lado, el río Cinca, donde en estos años también han caído algunos camiones:

 

Diego, cámara de televisión profesional que vive por la zona, estuvo en algunos de los diversos accidentes de camión que han sacudido Fraga (la voz en off que aparece mezclada con las imágenes pertenece a la de un portavoz que describía las características del accidente de los aparthoteles).

 

 

SUBIDA AL PUERTO

El nuevo puerto de Fraga (el del lado oeste, inaugurado en 1996) fue una obra de gran envergadura que sirvió para evitar los accidentes que se producían en las dos fuertes curvas que había en el viejo puerto.

Víctor, un buen amigo mío, es nacido en Fraga. Además, es propietario de un tráiler: conoce perfectamente los peligros de esta travesía.

No me lo pienso dos veces cuando me invita a subir al tráiler, que me vino al dedillo para poder ver cómo actúa un «mastodonte» en un puerto de montaña.

Esta foto, que pertenece a un tramo de la variante (inaugurada en 2002), es donde empieza la subida al puerto (dirección Zaragoza).

Pasado el túnel, la autovía deja de existir para pasar a ser carretera: los camiones más potentes adelantan a los que en ese punto empiezan a agotar fuerzas.

 

 

Una práctica que se puede ver muy de tanto en cuanto es la del camionero ansioso por adelantar, que prácticamente se pega al camión de delante para poder adelantarlo una vez el primero se incorpore al carril derecho. Esta acción la pude captar en esta fotografía: el camión de atrás completamente pegado al de delante:

Es en esos momentos cuando existe el riesgo del choque por alcance, como puedes ver en la siguiente fotografía captada por un camionero en el mismo puerto:

-Ten en cuenta que esa subida, con peso, hay que trabajarla y no caer de vueltas; cuando ves a tu izquierda un camión vacío y al frente otro que no sube a mas de 30 km/h, el parón marcha arriba es para destrozar la transmisión o quedarte muerto para el resto de la subida. Esto hace que algunos se vayan al carril izquierdo y corten en seco a otros provocando alcances que si no son muy destructivos, si que son fáciles que ocurran cuando no conoces el puerto, pues estos cambios de carril son muy habituales y la diferencia de velocidad de un camión a otro es bastante destacable a razón de la carga-, me decía J. B. Giménez, camionero de profesión.

Un camión nos adelanta a nosotros: Víctor le hace un par de ráfagas para que dicho camión pueda volver a la derecha con total seguridad: el que un camionero haga ráfagas al camión que lo acaba de adelantar es un acto de seguridad (y de cortesía) para que el que adelanta sepa que su remolque ya ha sobrepasado completamente al adelantado, y pueda volver al carril derecho con total seguridad para él y para todos.

Son los últimos metros del puerto: una vez acabado, los dos carriles de subida pasan a uno. Si llevas un camión, o adelantas ahí o te tiras unos 90 kms. sin adelantar (esa es la distancia que hay de Fraga a Alfajarín, esta última provincia de Zaragoza), ya que en todo el camino no hay doble carril (hay varias rectas, pero no lo suficientemente largas como para que los camiones puedan adelantarse entre sí).

 Algunos camiones suben tan lentos que sus conductores optan por advertir, a los que viene por detrás a través de la señal de warning, que el vehículo va a menor velocidad de la permitida, como es el caso de este camión azul: son auténticas luchas de gigantes:

Al final de la subida empieza el conocido secano de Los Monegros: un pequeño restaurante abandonado (que más bien parece una choza), una gasolinera abandonada y una prostituta: como si de una carretera de Las Vegas se tratase: este paisaje es el que te encuentras al acabar el puerto.

En ese punto damos la vuelta.

-Hacer un cambio de sentido en esta carretera con un tráiler puede ser un coñazo; una vez me tiré esperando un cuarto de hora para poder dar la vuelta- me dice Víctor mientras vamos mirando los vehículos que vienen en cada sentido.

Afortunadamente, aquél día tan sólo tuvimos que esperar 3 minutos.

Este es el tráiler de Víctor: 40 toneladas en lo alto del puerto.

 

 

40 TONELADAS AHÍ ABAJO

El viejo puerto de Fraga discurre paralelo al nuevo. Clausurado en 1996 (cuando se inauguró el nuevo), este viejo puerto había registrado también multitud de accidentes de camiones que se habían quedado sin frenos.

40 toneladas es lo que pesa un tráiler cuando está cargado en su totalidad, y 40 toneladas es lo que llevaba este Scania que lleva años abajo, en el barranco.

 

 

 

Es el único vehículo pesado que queda de los innumerables pesados que se accidentaron en Fraga.

En el momento de caer (al parecer, su conductor también pudo saltar del camión al ver que se había quedado sin frenos) transportaba una importante carga de almendras.

La solución inicial que se dijo para poder recuperar la carga fue sacar los sacos de almendras en helicóptero, pero la anécdota la protagonizaron los gitanos (en Fraga hay una comunidad de gitanos), que se organizaron en cadena (desde un camino que accedía al camión y que iba a la carretera) para ir cogiendo toda esa mercancía.

No obstante, otros vecinos del pueblo también fueron a recoger esta mercancía.

 

 

Recorrido del barranco por donde cayó el tráiler.

 

Robaron hasta algunas ruedas.

Algunos seguros de camión cubren la recuperación del camión en caso de caer en un barranco: no era el caso de éste.

-Los de la empresa de este tráiler me dijeron que sacase el vehículo de ahí, y que una vez sacado me pagarían la operación. Les dije que no; que primero me pagasen y luego les sacaba el vehículo- me explicaba Josep Ramón, propietario de una empresa de grúas de la zona (que además ha rescatado diversos camiones atascados en los carriles de frenada de emergencia). -Al final no pagaron y el tráiler se quedó ahí-.

El vehículo quedó cruzado en medio del barranco.

Odio las comparaciones y más cuando mezclas la realidad con la ficción, pero la primera vez que pasé por el viejo puerto y vi a ese Scania no pude evitar acordarme de esta escena de la película Black Dog, realizada en un puerto de montaña:

Josep Ramón también me explicaba de como una vez (hace muchos años) cayó un camión con una carga de la lápices (en el puerto que hay en la otra banda del pueblo, que también está en desuso) y los niños del pueblo fueron veloces a coger lo que pudieron de ese cargamento. Aquel año tuvieron lápices para todo el curso!

Aprovechando que ya estaba abajo, decidí recorrer el barranco para ver si encontraba algún otro vehículo. Había habido muchos accidentes y estaba convencido que tenía que haber alguno más por ahí.

Unas cuantas ruedas pinchadas que fueron tirando ahí…

y esta batería (que no está en el barranco, pero forma parte del paisaje de basura que podemos encontrar en el viejo puerto) es lo que encontré

además de un pequeño y bonito paisaje que no me esperaba.

Vista de la carretera, arriba del todo.

Una vez recorrido el barranco, decido dar la vuelta, pero esta vez no voy por la parte de abajo: voy por el intermedio del barranco: arriba queda la carretera y abajo el barranco.

No encuentro ningún vehículo, pero si restos de ellos.

 

También encuentro restos de esqueletos de animales en fila: no es la primera vez que veo algo así: en otro accidente que estuve fotografiando (en otra parte de España) también habían restos de esqueletos de animales que fue dejando un coche mientras iba cayendo por el barranco.

Sin duda, son imágenes inusuales.

 

 

 

 

UN GRAVE ERROR DE PREVISIÓN

Bajo mi punto de vista, uno de los mayores errores que hubo fue construir un nuevo puerto de montaña.

El viejo puerto constaba de dos fortísimas curvas (una a la izquierda y seguidamente otra a la derecha) que hacían que los camiones que bajaban sin frenos chocasen contra alguna de estas curvas, quedándose ahí parados; por una parte, existía el riesgo de que los camiones que chocaban contra la primera curva fuesen a parar al barranco (la segunda curva no era tan peligrosa debido a que ya no bordeaba el barranco) pero aún a riesgo de perder la vida del camionero, el que chocasen contra la primera curva evitaba que los camiones entrasen a la población sin frenos, evitando posibles muertes en plena población de Fraga.

El error vino al construirse el nuevo puerto (1996). Éste era más corto, pero era completamente recto lo que hacía que, si bien en el viejo puerto los camiones sin frenos se accidentaban principalmente en una de las dos curvas debido a que eran los primeros obstáculos que encontraban, en el nuevo puerto, al ser recto, el primer obstáculo que encontraban era la población de Fraga.

Fue todo un error de previsión debido al cuál, en los siguientes años a la construcción del nuevo puerto, la población de Fraga registró un aumento considerable en el número de accidentes de camión.

Sin duda, todo un error de previsión.

 

 

BAJADA DEL NUEVO PUERTO

– Datos de interés:

· Kms. desde el puerto (viniendo de Zaragoza) hasta el cruce de Mequinenza (entrada a la población): 5´0 kms.
· Entrada de la población, travesía (de la población) y cruce hasta la carretera de Zaidín (final de la parte habitada): 2´1 kms.
· Salida de la parte habitada (cruce a la carretera de Zaidín, donde empieza el puerto de subida, dirección Lleida) hasta el final de la población: 4´2 kms.
· TOTAL: 11´3 kms.

Arrancamos de nuevo, y esta vez para iniciar el descenso.

Hasta no hace mucho, todo este tráfico de camiones atravesaba la población de Fraga (miles de vehículos).

 

 

Metros antes del descenso, diversas señales nos indican que hay que ir con precaución (la señal negra que hay detrás, es luminosa y funciona únicamente para avisar de la existencia de hielo): la bajada está limitada a 60 km/h para los camiones y aunque indica que hay un control a través de radar, ese supuesto radar es inexistente.

Tras pasar el primer carril de frenada de emergencia, encontramos esta área de descanso: no mucho rato después de hacer esta foto, captaría otra imagen tremenda en el mismo lugar.

 

-El truco para bajar un puerto de montaña cuando vas cargado, independientemente de los sistemas de seguridad que llevan hoy en día los camiones, es iniciar el descenso a una velocidad baja-.

-La primera vez que bajé este puerto con el tráiler me quedé sin frenos- me iba comentando Víctor. -Pude recuperar los frenos progresivamente al acabar el descenso, pero no veas lo mal que lo pasé-.

Rafa, otro camionero que intervino en este reportaje, tampoco se olvida de uno de los días que bajó por el puerto: -En mi primer camión, un Scania 112 que tenía un freno eléctrico colocado en la tractora; bajando el antiguo puerto (viniendo de Zaragoza), venía usándolo a tope y a la altura de donde empieza la autovía (cuando la estaban construyendo) me paró un operario porqué habían obras y estaban dando paso alternativo; pues al parar con semejante calentón se prendió fuego debido a la grasa y la suciedad cercana al plato, y gracias a que me di cuenta por el pestazo y a que un chofer de un dúmper de las obras vino volando con su extintor, todo quedó en un susto; ningún daño y proseguí el viaje. Los eléctricos, después de un calentón, había que dejarlos refrigerar porqué se ponían prácticamente al rojo-.

Al poco, el segundo carril de frenada de emergencia.

 

Hasta que no «te das un paseo (caminando)» por un carril de frenado, no llegas a saber lo que puede llegar a frenar esto. Estuve caminando sobre este carril, y aunque lleves botas de montaña cuesta caminar: es como caminar por la arena de la playa: te hundes. Imagínate un camión cargado.

Esta foto pertenece a un carril de frenado del puerto del Bruc (Barcelona): un carril suficientemente largo, pero que en pocos metros pudo frenar completamente este camión que bajaba sin frenos.

Seguimos bajando el puerto…

…y nos desviamos para poder entrar en la población (hasta 2002, tan sólo había la posibilidad de entrar en Fraga ya que la autovía no existía).

Tercer carril de frenada de emergencia en lo que llevamos de bajada.

Entrada a Fraga:

Cuarto y último carril de frenada de emergencia.

A la derecha se encuentra el polígono San Simón, donde en abril de 1997 un camión se empotró contra una de sus naves industriales.

A la izquierda, la Cruz Roja, donde en Noviembre de 1998 otro camión sin frenos arrasaba sus jardines.

 

Entrada al casco urbano:

Durante la realización del reportaje, Fraga estaba en obras: estaban re-asfaltando toda la travesía y haciendo varias rotondas.

En este edificio de la izquierda se empotró otro camión en abril de 1996. En su planta baja se encontraba un supermercado.

 

(las dos siguientes fotos muestran tal como quedó el supermercado por dentro)

 

En el mes de julio de ese mismo año, un camión recorre 150 metros arrasando farolas, vallas y diverso material urbano.

Unos años antes, en diciembre de 1988, dos camiones arrollan 6 vehículos y uno de ellos acaba colisionando contra un edificio.

Estos dos acontecimientos sucedieron en este punto:

Pero el suceso más grave ocurrió en el hostal Galicia (actualmente funciona únicamente como bar – restaurante):

7 muertos en el comedor de dicho hostal al empotrarse otro camión. Ocurrió en agosto de 1969, lo que demuestra que los accidentes en Fraga ya vienen de lejos.

Delante nuestro, el kiosco y el hotel Casanova (ubicado justo en mitad de la población).

Mayo de 1998: otro camión sin control recorre media población; embiste de lleno la marquesina del kiosco y queda volcado a tan sólo dos metros del hotel Casanova:

 

 

 

El conductor de esta furgoneta salvó su vida por milímetros. No es el único milagro que ha ocurrido en Fraga.

 

En 1994 también se incendiaba un camión en las proximidades del Casanova.

Puente del río Cinca: noviembre de 1996: un camión cae al río: tampoco es el primer camión que cae al río.

 

 

 

De nuevo en el Sorolla: marzo de 1998: un camión se empotra contra un turismo al lado de dicho hotel.

 

 

 

El 11 de enero de 1997, dos camiones se quedan sin frenos prácticamente a la misma hora (13:00); ambos en cada entrada de la ciudad. Los conductores pudieron salvar la situación cruzando los camiones.

Todos estos accidentes citados son tan sólo una parte de la multitud de accidentes que ha habido en esta población.

 

 

EN BUSCA DE ALTERNATIVAS

La principal alternativa que se tomó para evitar el tráfico pesado en la población fue desviar el tráfico hacia un pequeño tramo de autopista que volteaba la población. Para ello, se suprimió el pago del correspondiente peaje (únicamente a vehículos pesados). El problema que surgía es que para entrar a la autopista había que coger la carretera que lleva a Mequinenza, con un giro muy cerrado de 90 grados: este hecho provocó que otros tantos camiones volcasen en ese punto.

Era también un cruce peligroso en el que hubo algún que otro choque entre camiones.

A pesar de esta «solución», fueron muchos los camioneros que, para no dar tanta vuelta, preferían seguir cruzando la población con el camión, que además se beneficiaban de la reducción de tráfico en la travesía provocado por la gratuidad de ese tramo de autopista.

La curva de 90 grados:

y la zona donde volcaron algunos camiones:

 

 

 

 

 

 

MILAGROS Y ACTOS HEROICOS

Decir que Fraga ha tenido mucha suerte es una frase muy acertada.

A finales de los ´90 se dieron dos casos de camiones que cruzaron la población sin frenos: uno de ellos lo hizo de noche y durante las fiestas del Pilar (parte de la población estaba fuera, por lo que había poca gente en la calle, lo que hizo que no ocurriese ningún tipo de daño).

El otro ocurrió un mediodía:

-Un compañero mío, que estaba en ese punto, nos advirtió que el camión bajaba sin frenos- me explicaba uno de los agentes.

-El camionero dirigió al camión hacia el carril de frenada: tan sólo entraron las ruedas de un lado, pero lo volvió a sacar de allí: no sé si le debió entrar miedo, pero volvió a enderezar el camión hacia la carretera: hubo un momento en que el camión se puso de lado. ¿Sabes la típica escena de las películas? pues lo mismo-.

-Mi compañero encendió las sirenas de la moto para ir abriendo paso al camión. Poco después de pasar el Galicia, se encontraba el semáforo y una fila de coches parados esperando la luz verde. ¡Va a tener un accidente!, gritaba yo. Pues bien: el camión les esquivó sin causar daños-.

-Después de pasar el cruce del Casanova, y atravesar otros tantos metros de población, llegaba el puente del río Cinca: entró en el puente y lo pasó sin problemas. Una vez pasado el puente, allá donde empieza la cuesta, cuando ya había podido reducir la velocidad, cruzó el camión para que, cuando parase por inercia, no se fuese para atrás-.

Tremenda historia.

-Cuando procedimos a revisar el tacógrafo vimos un dato sorprendente: el camión había cruzado la población a 120 km/h-.

¡Y no había ocurrido nada!

Ambos pudieron advertir la situación de peligro tocando el claxon y haciendo ráfagas reiteradamente.

En noviembre de 1998, un camionero provocaba el vuelco de su camión para evitar entrar en la población sin frenos.

Pero el caso más sonado fue el de uno de esos personajes que prácticamente todos tenemos en nuestros pueblos: el del viejo que siempre va borracho.

En Fraga también hay un borracho que con su actitud salvó algunas vidas.

Este personaje (muy conocido en el pueblo), tras acabar su jornada laboral se fue a tomar la típica cerveza de la tarde en el Sorolla, no sin antes amonestar a un grupo de mayores, habituales en el bar, que estaban jugando a las cartas. Este grupo de gente mayor, tras verse molestados por este borracho, decidieron abandonar la terraza y meterse dentro del local.

Pocos minutos después, un camión sin frenos arrasaba la terraza del hotel.

El borracho había salvado unas cuantas vidas sin quererlo.

 

 

UN ACCIDENTE EN EL PUERTO

El día 2 de mayo de 2008 me encontraba en Fraga haciendo fotos para este reportaje; tuve que ir al cuartel de la Guardia Civil para advertirles de mi presencia allí: les comenté que estaría un rato por los alrededores del cuartel sacando fotografías para un reportaje sobre accidentes de camiones.

Tras charlar un rato con uno de los agentes que hacía guardia, me dijo que hacía pocos minutos se había producido un accidente de tráfico en el puerto (dirección Zaragoza).

¡Vaya!: qué casualidad: las fotos las dejaba para otro momento: cogí el coche y me dirigí rápido para el puerto.

 

 

Al llegar al puerto, aminoro velocidad. Lo que veo es tan sólo un motor de un vehículo: para haber un motor en el suelo ha tenido que ser un accidente fuerte.

El vehículo ya no estaba, o eso creía yo, porqué el vehículo accidentado…

 

había ido a parar al barranco.

 

La furgoneta quedó destrozada: sus ocupantes (en la foto, los dos que están arriba a la izquierda… aunque desconozco si iba un tercero, pero creo que no) no sufrieron daños.

Sorprende ver que no hubieran heridos tal como quedó el vehículo.

La carga constaba de motores de coches y camiones que quedaron esparcidos entre el lateral de la carretera y el campo que hay abajo.

Al parecer, también se quedaron sin frenos, pero yo creo que un balanceo de la carga provocó la pérdida de control.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

UN SEAT 1430 EN EL BARRANCO

-¿Qué tal? Vuelvo a estar en Fraga. He localizado un segundo vehículo en otra parte del barranco: es un Seat 1430 destrozado!-.

Éste es el SMS que le envié a Clara: una amante de los clásicos. Clara es una chica nacida en Fraga que desde hace años reside en otra parte del país. Aún no sé cómo se enteró de que yo estaba haciendo este reportaje, pero un día me envió un e-mail (cuando yo empezaba con el reportaje) con mucha información acerca de los accidentes de Fraga.

Debo haber perdido la práctica en búsqueda de vehículos en barrancos, porqué justo hacía un año estuve mirando en ese mismo barranco (desde arriba) y no lo supe ver. El vehículo se encuentra en una zona distinta al Scania del barranco.

Tan sólo algo que brillaba me hizo sospechar que allí había un coche: era el reflejo de uno de los cromados de un Seat 1430… aunque también puede ser un 124 (el que no tenga el frontal en condiciones me hace dudar del modelo exacto).

Parecía que alguien hubiese dejado allí el coche trayéndolo por algún camino, pero su estructura deformada me hizo ver que ese coche había tenido un accidente en el viejo puerto de Fraga.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CIFRAS MUY NEGATIVAS

Estas son algunas de las cifras que han dejado los accidentes de tráfico en Fraga:

 

 

La reflexión…

…y las manifestaciones de los vecinos, que fueron muchas.

Han sido muchos años de protestas: protestas más que justificadas cuando año tras año han estado habiendo accidentes en Fraga.

Ninguna administración se preocupó de solucionar lo que estaba pasando allí: nadie se preocupó de gastarse un duro para solucionar las cosas de forma definitiva.

 

 

 

 

AÑO 2002: SE INAUGURA LA VARIANTE

Como siempre, las soluciones llegan tarde: no fue hasta el año 2002 cuando se construyó la variante que acabaría con todo este drama.

La inauguración de este tramo vino acompañada con la supresión de la curva del canal (conocida por «la curva de la muerte»); una curva muy cerrada a la entrada de Fraga (en el lado este de la población) y que provocó numerosas muertes.

Tardaron demasiados años para construir una variante que no costó mucho esfuerzo: tan sólo poco más de 11 kilómetros. En España, a las administraciones todavía les queda un gran camino que recorrer para dejar de ser instituciones incompetentes.

Hoy, desde lo alto de Fraga se divisa la variante (autovía A-2),

pero sus habitantes no olvidan que durante muchos años han tenido que convivir con el miedo.

Aún así, la fuerte pendiente que existe en el nuevo tramo de autovía sigue provocando que algún camión se quede sin frenos, pero los vuelve a recuperar cuando empieza el tramo llano: es una realidad que está ahí, pero que no se ve.

 

 

ACCIDENTES DURANTE EL REPORTAJE

A lo largo de este reportaje también fui testigo de algunos accidentes de tráfico.

Además del accidente de la furgoneta, el 18 de julio del 2008 captaba este otro accidente:

 

 

 

En el mismo punto, esta foto muestra la cantidad de camiones que circulan por ahí.

No muy lejos de allí, en la misma recta, el 27 de julio, tres miembros de una misma familia perdían la vida (padre, madre e hijo) y dejaban a dos personas heridas graves.

-Es que fíjate como ha quedado: todo el motor ha entrado dentro del habitáculo- se lamentaba Paco Larroya; uno de los responsables de Grúas Larroya.

Estado en el que quedó el otro vehículo (Ford Mondeo de 2ª generación). Sus dos ocupantes resultaron heridos leves:

Todas las televisiones se hicieron eco de esta trágica noticia que también fue portada en algunos periódicos.

En la foto, el Renault Clio observado de cerca por Paco:

 

Paco y su hermano tienen la empresa a la entrada de la población; donde empieza el puerto (lado Zaragoza).

-Estabas en el taller y de repente escuchabas como un camión pasaba a alta velocidad haciendo sonar el claxon y haciendo ráfagas. Salías del local y veías una polvareda: era señal de que el camión había chocado contra otro.

De él, me quedo con esta frase:

-Ahora, que los accidentes de camión ya han quedado atrás, es cuando realmente me doy cuenta de lo que hemos vivido en Fraga-.

Esta última frase, aunque corta, es una verdad que habla por sí sola y estoy convencido que muchos de los habitantes de esta población, en alguna ocasión reciente, habrán pensado lo mismo.

 

 

BLUES DE LA NACIONAL II

Blues de la Nacional II: una canción del grupo La Guardia en la que se narra (de forma positiva) como es la vida a bordo de un camión.

Pero lo que tendría que ser una ruta más, lleva muchos años siendo una bomba de relojería que estalla en cada accidente.

Actualmente, entre Barcelona y Madrid, el único tramo de la N-II que no discurre por autovía es el tramo que va de Fraga a Alfajarín (Zaragoza): una carretera por la que pasan unos 20.000 vehículos al día, siendo las tres cuartas partes vehículos pesados: esto hace que este tramo de unos 90 km. se la conozca como «la ruta de los dinosaurios».

Se ha convertido en uno de los mayores puntos negros de España, registrándose unos 20 muertos anualmente.

En esta ruta es fácil ver algún accidente cada poco tiempo.

 

-No hace muchos meses, me llamó la compañía de seguros para que fuese a cargar un coche en la grúa. Se trataba de un matrimonio mayor que tuvieron que parar por una avería en el coche a pocos kms. de aquí. Mientras iba al lugar, un tráiler que no vio el coche, se tiró encima de él matando al matrimonio-, me decía uno de los responsables de una empresa de grúas.

Parece ser que ya hay una autovía proyectada entre Fraga y Alfajarín. Aunque construirla no supondría mayor problema (discurriría en terreno llano), no interesa ya que la autopista (de pago) que une a estas dos ciudades dejaría der ser rentable.

Así es España: un país donde año tras año van llenando nuestras carreteras con radares recaudatorios con los que nuestros políticos se inflan los bolsillos, mientras que los puntos negros siguen estando ahí. Una vez más se demuestra que hacer las cosas bien no interesa: sólo interesa recaudar.

Siempre nos culpan a los ciudadanos de todo lo que pasa, cuando los políticos y la Administración son los máximos responsables de no tomar medidas eficaces para evitar accidentes: y es que lo que no da dinero, no interesa solucionarlo.

La Nacional II: donde algunos nos hemos criado: es la carretera en la que más kilómetros he hecho. Un lugar para aprender, para trabajar y disfrutar.

 

 

EL REPORTAJE

La primera vez que me hablaron de la población de Fraga fue para hablarme de sus accidentes provocados por su puerto de montaña. La primera vez que pasé por allí fue en 1997: acompañaba a mi padre a un viaje de los suyos.

Las primeras fotos de este reportaje las realicé en el año 2006, si bien no fue durante el transcurso del 2008 que me empleé a fondo para obtener más fotografías y datos para poder publicar el reportaje.

Fueron muchas visitas, llamadas telefónicas, entrevistas, viajes de una población a otra para buscar testimonios de personas que estuvieron presentes en algunos accidentes, etc. El resultado fue muy positivo si bien también encontré alguna mala cara.

Sin duda, ha sido el reportaje más intenso que he hecho en todos estos años de afición al periodismo.

  • En este reportaje han colaborado Grúas Larroya, Grúas Cabós, Grúas Gruyser, Armando Martín (abogado), Rafa y J. B. Giménez (camioneros), Diego (vídeo «accidentes en Fraga»), Guardia Civil de Fraga, Grúas Sama, así como los diversos socios (o familiares directos de los socios) del Sorolla.
  • Agradecimientos especiales a Clara (a la que conocí personalmente poco antes de publicar este reportaje) y a Víctor; ambos son nacidos en Fraga.
  • La mayoría de los periódicos fotografiados que aparecen, pertenecen a alguien que vivió muy de cerca todo este tema. No quiso salir en el reportaje porque quería olvidar todos estos años de tragedia. Agradecimiento especial también a esta persona.

 

  • Este reportaje está dedicado a Paco Larroya, que falleció atropellado mientras trabajaba en una asistencia en la A-2 en 2017 (años después de la publicación de este reportaje).
  • A la memoria de todos aquellos (conductores y vecinos) que dejaron su vida en Fraga.

 



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